miércoles, 27 de febrero de 2013

VOLVER A EMPEZAR

Esta mañana la nieve me supo a aguachirri. Ya ni siquiera la nieve es nieve.
Los copos en España han perdido incluso su estructura cristalina, de tanto manosearlos.

Cansada, angustiada, triste de aceptar que a la crisis económica, la vuestra y la mía, se han sumado a mi vida una serie de circunstancias negras en los afectos, que llevo muy guardadas. Pero hay que decir que sigo soñando a ratos con unos ojos que me marcaron en lo más hondo. Y me jode profundamente no poder mirarlos.

Cuando cogí la distancia suficiente, pasó una idea fugaz por mi cabeza. Hay países donde esos ojos serían lo habitual, casi lo vulgar.

Y a partir de ese pensamiento tonto e íntimo, empezó a dar vueltas la idea de emigrar.

¿A dónde vas niña, con tres cachorros y un abuelo de 74 años?

Pero en el fondo, tras mirar hacia adentro y decidir que no tengo fuerzas para emigrar otra vez, ( ya lo hice hace 32 años cuando abandoné Argentina junto a mi familia, para hacer de la tierra de mi abuelo, mi país), me planteé la razón real y objetiva,por la que me estaba siquiera planteando levantar campamento.

Y la razón no tiene en absoluto nada que ver con esos ojos de los que os hablaba. En realidad,esos ojos, son lo de menos.

La razón, es que ya no me encuentro en este país. Nada me representa. 
Cada día veo como gente absolutamente ajena a mis valores, a mis convicciones, gente corrupta, gente deshonesta, gente no preparada, gente incluso poco inteligente, conduce y decide gran parte de mi futuro, y lo que es aún muchísimo peor, el futuro de mis hijos.

Hace 32 años, jamás pensé que llegaría el día en que me sintiera avergonzada en este país, en España, de gran parte de los gestores públicos, y por qué no decirlo, de gran parte de la sociedad.

Todo está tan podrido...Robos, estafas, blanqueos, cuernos, tráfico de influencias, gente a la que hemos admirado, avalado, apoyado, elegido, arrastrados en el barro. 
Vulgares, son vulgares, a pesar de sus sueldos, de sus cargos, de su nobleza, de sus prebendas. Son seres humanos vulgares, huecos, indecentes. Vulgares en el sentido más estricto y profundo de la palabra. No han sabido hacer, no ha sabido estar, y se han pringado de mierda hasta las orejas por un buen puñado de billetes, una buena pizca de poder, hasta por un contacto hubieran matado.
Es que en realidad, son tan vulgares, que sin los billetes o el poder, hubieran pasado absolutamente desapercibidos en una sociedad sana que no hubiera hecho la ola a los engominados de siempre.

Veo absolutamente pasmada, gente que no se preocupa, que no piensa, que se cuida muy mucho de decir lo que opina, de criticar lo intolerable. Y veo que los pocos que pedimos a gritos un cambio absolutamente frontal, e inmediato,estamos solos. No tenemos fuerza.
La culpa, ha sido exclusivamente de la sociedad, en la cuál obviamente me incluyo.
Hemos no pensado, no mirado, no exigdo, no criticado,no valorado. Hemos permitido...hasta el hartazgo.Por eso ahora, estamos tan "hartos".

Los malos, han ganado.

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