domingo, 9 de diciembre de 2012

Hoy empieza el final de mi vida.
La que he vivido,no me es plena.
He sabido ser feliz según los temas.
Luchando sin dar tregua al tiempo
Lamiendo mis heridas,escondida.
Luciendo fortaleza,que es recuerdo.

Salí luchando desde un vientre.
Ya ni recuerdo la energía derrochada.
Sólo siento el cansancio que me invade
y el rastro amargo de las pequeñas conquistas.

Las que me han hecho quien soy.
Y las derrotas,que pesan hasta aplastar mi lozanía
¿Cuánto tiempo más podré vivir,contándome que puedo?
¿Cuánto tiempo crees que seré capaz de correr a por más vida?
¿De saltar obstáculos infames,manteniendo la sonrisa?

¿Es que de verdad crees que no me hacías falta?
Tu superficialidad me daba el aire,
que hoy me falta cuando me oprime la angustia, 
de no tener con quien reír,con quién llorar
a quién amar,a quién querer.

Antes tenía el mar o la montaña,
refugio de mi llanto bien guardado.
Rutas y paisajes escondidos,
dónde sola, decantaba mi hartazgo.

Hoy ya ni eso me acompaña
La vida se ha encargado de robarlo
Sólo me queda mi interior,
ya tan dañado,
que no me da consuelo,ni rastreando.

Una noche,de algún verano
encontré sin querer una paz infinita
en tu voz,en tu palabra
en tu sonrisa
en tus ojos que me hacían hasta daño.

Y quise apostar por ese sueño.
Y decidí creer en tí a cal y canto.
Pero fuiste un hutillero más de vanidades,
no apreciaste mi honestidad ni mi encanto.
No viste lo que había tras mis ojos,
ni siquiera te importó mirarlos.

Hasta qué punto fue sincero mi discurso,
que aún hoy te sigo sublimando
Porque sé que lo que había en tu trasfondo
era la soledad infinita del que está rodeado
de una vida llena de adornitos que no cambias,
pero que no hacen más que estar ahí para que les limpies el polvo.
Y sigues solo en tu círculo infinito
Solo,solo,solo.
Porque así te gusta estar.
Aunque también condicione mi soledad.

Estas cosas,pasan...
Pero ya no quiero que me pasen.
Sólo quiero olvidar aquella rosa
que se empeña en hacer que te extrañe
Que la toque con los ojos al mirarla
la acaricie con la punta de los dedos
Te la ofrezca una vez más desde mis manos
Para que la vuelvas a dejar en un recuerdo...





1 comentario:

  1. Triste y lleno de fuerza...

    Pero igual asi, oteo un poco mas ese horizonte llamado alma.

    Saludos desde London.

    ResponderEliminar